Como cada año por estas fechas, la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) celebra los actos centrales del ‘Día Mundial del Agua’, con el epicentro de la actividad en el día 22 de marzo. El tema escogido para este año 2019 ha sido: “Afrontando la escasez del agua”.
Nos han repetido hasta la saciedad que el agua es un bien escaso, y muy ciertas son dichas afirmaciones. En la Tierra hay cerca de 525 millones de litros cúbicos de agua, casi ¾ partes de la Tierra es agua. El problema es que la mayor parte de esa agua es salada. Solamente un 2,5% del agua de la Tierra es dulce, y la mayor parte está congelada.
El agua es un elemento imprescindible para la vida. No beber agua, o beberla contaminada, es uno de los principales motivos de fallecimiento en los países subdesarrollados. Según datos de las organizaciones que trabajan en el terreno, entre 3 y 4 millones de niños mueren al año por beber agua contaminada.
Concienciación ciudadana en el uso del agua
Con esta conmemoración del ‘Día Mundial del Agua’ se pretende reivindicar la lucha por un agua de calidad y que esta llegue a todos los rincones del planeta. Es tarea de todos, ciudadanos, instituciones y gobiernos, promover agua potable y concienciar al mundo sobre los problemas y soluciones en este campo. El agua es un bien muy preciado, imprescindible para la vida, y la Agenda 2030 dedica un apartado de sus recomendaciones a su conservación y buen uso.
La Agenda 2030 de las Naciones Unidas es la agenda de desarrollo sostenible que en septiembre de 2015 más de 150 jefes de Estado y de Gobierno firmaron, comprometiéndose a la aplicación de 17 objetivos para transformar el mundo. El objetivo nº 6 es ‘Agua limpia y saneamiento’, garantizando la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
¡Todos los días son los días del agua! Cuidémosla, es una obligación. Está en juego el futuro de los nuestros.